jueves, julio 27, 2006

estoy en la cola de la fnac pillándome unos cedés cuando me doy cuenta de que no llevo un duro encima. se me ocurre metérmelos en el pantalón y salir pitando del sitio, pero me suena la cara de ese tío y me quedo allí plantada, mirándole. está tres o cuatro titis más atrás, con una pinta de friki del cagarse y con un libro de asimov en las manos. lo he visto salir del departamento de física varias veces en los últimos meses, siempre lleva zapatillas verdes, de otra forma no me habría fijado nunca. me voy para él, me preparo la sonrisa del sábado noche y lo asalto con un hola, me llamo dani, he visto que curras en físicas y, sé que esto un poco raro pero ¿podrías hacerme un favor? es que he venido sin pasta y la verdad es que me da una hueva enorme volver el campus a por la cartera y he pensado que, ya que currarmos al lado, tal vez no te importaría dejarme dinero para estos cedés . el notas me mira como si le hubiese puesto una pistola en la cabeza y me pone su cartera en las manos.
- coge lo que necesites.
- no, hombre, sácalo tú. mira, lo siento, siento haberte entrado así pero ya sabes lo lejos que queda el campus y...bueno, te lo devuelvo esta tarde. yo estoy en...
- matemáticas.
- sí, en matemáticas, ¿me has visto por allí?
- sí, siempre vas por ahí con monsieur chaussard.
- es mi jefe, menudo gilipollas está hecho.
así de tonto fue, no tenía pasta para comprar los cedés. tal vez lo hubiese conocido más tarde, en alguna fiesta de estudiantes o en la cafetería de la facultad, pero fue aquella mañana y de aquella forma como lo conocí.
- muchas gracias. te llevaré la pasta esta tarde y podemos bajar a la ciudad a tomar una cerveza, si te apetece.
- claro, sería genial.
- ¿de dónde eres?
- alemania, ¿no se nota?
- un poco, un poquito la verdad. y, ¿cómo te llaman los que te conocen?
- oh, sí, claro, claro, me llaman josh...porque me llamo así. josh es como me llamo.
- estupendo, josh, te veo luego.
- ¿josh? ¿mi amigo josh?
- el mismo.
- ¿sabe? josh no se había fumado ni un canuto cuando lo conocí. iba por ahí siempre con unas zapatillas verdes, escondiéndose de todo el mundo.
- lo sé, él me lo ha contado.
- ¿lo de los canutos?¿le ha contado lo que pasó la primera vez que lo hizo? estaba conmigo, ¿lo sabía? se comió dos cajas de galletas enteras él solo. se reía con la boca llena y disparaba migas de galleta por toda la habitación. ¿le ha contado eso? lo pasamos muy bien ese día. ¿está seguro de que es josh? porque es muy raro, ¿sabe?
- ¿cómo te sientes?
- confundida. ¿así es como nos sentimos los recomendados, señor thomas?
- depende de la persona.
- también...
- dime, daniela, dime lo que sientas.
- también me gustaría darle un puñetazo.
- ¿a josh?
- no, en realidad, me gustaría darle a usted.

miércoles, julio 26, 2006

dani II

fobias: vértigo, claustrofobia, pam o pánico a la ausencia de movimiento.
en cuanto salga de aquí me caso. le digo a jerome que se case conmigo, o que vivamos juntos, o lo que sea, que me quedo en parís, como me pidió. buscaré un trabajo en la ciudad, puedo programar en una puta consultora o dar clases de italiano o matemáticas, o poner copas, me da igual. me quedaré con jerome, puede que en un tiempo nos apuntemos juntos al mismo gimnasio y podremos redecorar la casa con un montón de muebles del ikea. puede que queramos tener un hijo. dejaré de fumar si me quedo preñada. los petas no, claro, pero sí que dejaré de fumar tabaco. ¿necesito yo a la droga o me necesita ella a mí? ¿dejaría de existir la droga si yo dejara de pensar en ella? da igual, todo estará bien si me quedo con jerome. podremos elegir las cortinas juntos y discutir sobre si unos estores quedarían más o menos modernos. sin embargo, una mañana cogeré mi ropa y un par de cedés y me daré el piro. sin una explicación, sin una lágrima, una mañana como cualquier otra. exactamente igual que chiara, exactamente como lo haría ella, y por la misma razón que lo explica todo y que llamaremos: el pánico a la ausencia de movimiento. como parece genético, me quedo más tranquila. sólo quiero volver a la carretera.

- no tienes planes de formar una familia, ni de encontrar un trabajo estable y te pasas la mayor parte de tu vida sola en la carretera.
- mi abuela dice: solitudine non è essere soli, è amare gli altri inutilmente. yo no estoy sola, señor thomas.
- ¿cuales son tus planes?
- ¿cual es el plazo?
- dímelo tú.
- supongo que en algún momento me hartaré de estar en la carretera. tal vez coja mis ahorros y compre una casa en capri. podría alquilar sus habitaciones y comprar pan para el desayuno de mis inquilinos. ¿qué le parece?
- por favor, daniela...

de todo este asunto hay una cuestión que me tiene rallada al máximo. ¿por qué yo? ¿cómo me han encontrado? al parecer, hay una respuesta. los métodos de reclutamiento son diversos, en la elección de las personas a las que, más tarde, estudian, evaluan, ponen a prueba, descartan o escogen, no se siguen siempre los mismos pasos. hay buscadores, rastreadores, gente con capacidad para captar en los otros ese je ne sais quoi que los hace aptos para la agencia. los buscadores de la zona se ponen en contacto con thomas cuando encuentran a un personaje, para que éste decida si se le hará un seguimiento. mi caso es distinto, a mí no me encontró un buscador.

en realidad, fui yo quien los encontró a ellos, sin saberlo, sin necesitarlo, una mañana fría de cojones en el oeste de francia hace unos años. soy una recomendada. si alguien de la agencia, rastreador o no, encuentra a otro alguien a quien considera apto para el trabajo puede hacer una recomendación a thomas. por eso estoy aquí, porque alguien dijo que debería estar. la cabeza me está trabajando a toda máquina mientras escucho. el notas me mira fijamente y me dice que alguien le ha hablado de mí, que alguien que me conoce, que alguien a quien conozco, me ha recomendado a la s.o.i.a.

miércoles, julio 12, 2006

s.o.i.a. son las siglas inglesas de la agencia de inteligencia para operaciones especiales. parece que es normal que no haya oido hablar de ella porque la s.o.i.a no existe. no aparece en ningún papel, no deja rastro, no firma sus actividades y jamás ha sido identificada por ningún organismo internacional. sin embargo, el hecho de que nadie importante hable de ella constituye la prueba más irrefutable de su inexistencia, la s.o.i.a. es un fantasma para el mundo.

todo lo que yo sé de esta agencia, lo sé por el hombre que tengo delante, duncan thomas, el reclutador jefe para los paises bajos, alemania y francia. él no ha cambiado demasiado. mantiene un rollo severo, como en nuestro segundo encuentro, pero también parece querer ser amable, como en el primero. yo no digo nada durante al menos una hora.

la s.o.i.a. nace tras la segunda guerra mundial en francia. en principio se constituye como una pequeña red de espionaje, al márgen de los gobiernos, integrada por ex-miembros de la resistencia francesa y algunos de los soldados británicos que estuvieron en contacto con ella. la idea era mantener controlados los movimientos fascistas dentro de europa mediante operaciones que no comprometiesen a los gobiernos y ocasionasen nuevos enfrentamientos internacionales. en principio, no trabajaban para nadie. algunos de sus miembros eran tipos bien situados que decidieron meterse un chute de espionaje y que, con la aspiración de convertirse en heroes anónimos, se embarcaron en la creación de la agencia.

con el tiempo, la s.o.i.a empezó a necesitar fondos para mantener a sus miembros y fue derivando, poco a poco, en una organización de mercenarios que, sin embargo, conservaba el espíritu político de su fundación y seguía existiendo en absoluto secreto para el mundo.

el organigrama de la agencia es tan complejo que cada uno de sus miembros apenas conoce a un grupo mayor de las diez o doce personas con las que actua normalmente. no hay disidentes dentro de la agencia. cuando alguien quiere irse, sencillamente, se va. en principio, los problemas sólo pueden aparecer en el caso de que intente comerciar con los datos de los que dispone que, en realidad, dado el esquema de la organización, nunca son realmente relevantes a nivel individual. un antiguo miembro de la agencia puede hablar lo que le venga en gana de la misma en un bar de copas. por una sencilla razón, la s.o.i.a no existe.

y aquí estoy yo, con toda esta información que me importa un carajo, esperando a que llegue el gran momento en que me entere de qué mierda ha pasado con mi vida en las últimas semanas. duncan thomas me mira muy fijamente cuando finalmente se calla.

- entonces, ¿usted, la tarada y jeffrey son algo así como el departamento de recursos humanos de la s.o.i.a.?
- no, sólo yo. jeffrey trabaja en distintos equipos, y emmy está en su periodo de entrenamiento.
- y toda esa mierda de la guerra...y usted con isobel...
- tenía que darte un contexto.
- ¿y aquella gilipollez de las iniciales?
- no siempre está uno inspirado. a veces se me ocurren estupideces y las suelto sin más, a tí te pasa lo mismo.
- ¿y me está evaluando? ¿usted está pensando en darme un trabajo que yo no he buscado?
- algo así. en realidad, te ofrezco, en caso de que lo haga, ser miembro de la agencia. en principio, tú seguirás con tu vida hasta que seas llamada para un entrenamiento y posteriormente, para las operaciones especiales. cada operación se paga por separado, no tendrás un sueldo al final de mes, ni prestaciones sociales.
- ufff, hasta que sea llamada para... eso suena tan ...¿qué saco yo de todo esto?
- mucho dinero, daniela. y la oportunidad de hacer algo con lo que los otros sólo pueden soñar.
- ¿qué otros? ¿qué otros sueñan con esto? no, en serio, ¿a qué ha venido todo este rollo? ¿por qué han venido a por mi?

dani I

una mañana te levantas y se supone que tienes que saber que piensas hacer con tu futuro. a los demás les parece sencillo hacerte la pregunta, como te la hacían cuando tenías siete años, pero tú ya tienes dieciocho y todo es mucho más complicado. lo que a tí te suena en la cabeza es: ¿qué vas a hacer durante el resto de los días del resto de tu vida? y si no entras en crisis después de hacerte esta pregunta es que eres gilipollas, un tarado mental, o peor aún, del tipo de micaela, y lo tienes claro.

- ¿por qué estudiaste matemáticas, daniela?
- no estoy muy segura. creo por complacer a mis padres, pero supongo que también me gustaba. sí, en realidad estaba muy loca por las matemáticas. en matemáticas todo encaja pero nada importa, ¿entiende? eso me gustaba.
- ¿no buscabas la verdad? ¿no buscabas respuestas?
- ¿sabe algo de matemáticas, señor thomas?
- no mucho, en realidad.
- entonces debe saber que las matemáticas son una herramienta para obtener respuestas pero no una respuesta en sí misma. a mí las respuestas me la traen muy floja pero me divertía jugar con la herramienta. la verdad es que no entiendo donde quiere llegar.
- sólo intento encontrar tus motivaciones, daniela.

al parecer doy la talla en algún sentido. soy ese tipo de alma perdida que algunos listos quieren cazar, presa de sectas y de organizaciones secretísimas de espionaje internacional. la falta de objetivos y de una motivación concreta los vuelve locos. thomas me hace un resumen de vida en el que parezco una zorra fría que sólo quiere ganar dinero pero, cuando voy a empezar a decirle lo que le deseo a todos sus muertos, rectifica un poco y me suelta: hablo muy en serio, daniela, tienes el espíritu que necesitamos, si bien habría que retocarte un poco. eso me hace muy poca gracia, creo que se refiere a las drogas, al carácter impulsivo y a otras cuestiones, sin las cuales, me convertiría en otra persona.

- estas haciendo una tesis, sobre los fractales, y , de la noche a la mañana, lo dejas todo.
- así es.
- ¿qué te llevo a dejar aquello en lo que llevabas trabajando tanto tiempo?
- ya no me interesaba. se acabó el amor.
- ¿una mañana?
- no, supongo que a lo largo de algún tiempo.
- ¿como te sentiste al dejarlo?
- libre, muy libre.

viernes, julio 07, 2006

"all my life needed was a sense of

direction, a sense of someplace to

go. i do not believe one should

devote his life to morbid self-

attention, but should become a

person like other people."

(taxi driver, v.o.)

jueves, julio 06, 2006

aquí estoy, sentada en una habitación sin ventanas y llena de libros. parece la habitación de un castillo pero hay algo artificial en todo lo que me rodea. no se oye más ruido que mi respiración.

al montarme en el coche me taparon los ojos. pensé: es una buena señal, si fuesen a freirme les daría igual que viese el camino. soy mitad española y mitad italiana así es que me pongo a rezarle al dios católico en cuanto nos ponemos a andar. me daría igual rezar a cualquier otro pero es que éste es amigo de mi abuela. sólo creo en dios cuando estoy desesperada que, básicamente, ocurre en dos situaciones: cuando creo que puedo palmarla y cuando creo que estoy embarazada. si me gustasen más las gomas, esta sería mi primera oración desde los 9 años, y no sabría como hacerlo. afortunadamente, tengo mi práctica: dios mío, te prometo que la próxima vez usaré un condón.

no hay nada sincero en lo que hago. ni mi postura, ni mi gesto, ni mis pensamientos son sinceros. escondo, bajo varias capas de mierda, todo lo que me preocupa y pego caladas largas mientras reflexiono sobre mi relación con dios porque no sé hacerlo de otra manera. pienso en cosas que me la pelan para no tener que preocuparme de forma consciente. no me hace ni puta gracia estar aquí sentada. mi teléfono no ha vibrado en todo el trayecto y, ahora, ellos me lo han quitado.

el señor thomas se sienta frente a mí. me ofrece un gin-tonic y le digo por donde puede metérselo, pero sólo me sale un no, gracias raquítico y creo que hasta sonrío. esto debe ser mi jodido sistema parasimpático, que intenta seducir al viejo para no llevarse unos azotes. un poco de dignidad, borra esa sonrisa de payasa de tu cara. me va a estallar la cabeza.

- debes estar preguntándote por qué has llegado hasta aquí y qué vamos a hacer en esta sala.
- jerome debe haber llamado a la policia francesa, la interpol y hasta la puta cia hace ya un rato.
- lo dudo.
- ¿qué quiere decir con...?

pero no termino la frase. se me está llenando el estómago de cristales rotos y apenas sale algo de aire por mi boca al hablar. no soporto la idea de que no haya ventanas en esta habitación. ¿cuánto oxígeno puede caber aquí dentro? me caen todas las lágrimas del mundo por la cara, me lo estoy pasando de puta madre.

- tengo claustrofobia, desde pequeña. pienso en el oxígeno que se acaba siempre que me siento encerrada, me dan palpitaciones y entonces, respiro más rápido. eso va muy mal para la claustrofobia porque el oxígeno se acaba antes, ¿lo entiende?
- daniela, jerome está bien, no le pasará nada.
- ¿me lo promete?
- sí. ahora, intenta relajarte. te necesito operativa, necesito que escuches lo que tengo que decirte, necesito que lo comprendas y puedas pensar en ello. ¿podrás hacerlo?
- sí.
- está bien. dani maggio, ¿alguna vez has oido hablar de la s.o.i.a.?