estoy en la cola de la fnac pillándome unos cedés cuando me doy cuenta de que no llevo un duro encima. se me ocurre metérmelos en el pantalón y salir pitando del sitio, pero me suena la cara de ese tío y me quedo allí plantada, mirándole. está tres o cuatro titis más atrás, con una pinta de friki del cagarse y con un libro de asimov en las manos. lo he visto salir del departamento de física varias veces en los últimos meses, siempre lleva zapatillas verdes, de otra forma no me habría fijado nunca. me voy para él, me preparo la sonrisa del sábado noche y lo asalto con un hola, me llamo dani, he visto que curras en físicas y, sé que esto un poco raro pero ¿podrías hacerme un favor? es que he venido sin pasta y la verdad es que me da una hueva enorme volver el campus a por la cartera y he pensado que, ya que currarmos al lado, tal vez no te importaría dejarme dinero para estos cedés . el notas me mira como si le hubiese puesto una pistola en la cabeza y me pone su cartera en las manos.
- coge lo que necesites.
- no, hombre, sácalo tú. mira, lo siento, siento haberte entrado así pero ya sabes lo lejos que queda el campus y...bueno, te lo devuelvo esta tarde. yo estoy en...
- matemáticas.
- sí, en matemáticas, ¿me has visto por allí?
- sí, siempre vas por ahí con monsieur chaussard.
- es mi jefe, menudo gilipollas está hecho.
así de tonto fue, no tenía pasta para comprar los cedés. tal vez lo hubiese conocido más tarde, en alguna fiesta de estudiantes o en la cafetería de la facultad, pero fue aquella mañana y de aquella forma como lo conocí.
- muchas gracias. te llevaré la pasta esta tarde y podemos bajar a la ciudad a tomar una cerveza, si te apetece.
- claro, sería genial.
- ¿de dónde eres?
- alemania, ¿no se nota?
- un poco, un poquito la verdad. y, ¿cómo te llaman los que te conocen?
- oh, sí, claro, claro, me llaman josh...porque me llamo así. josh es como me llamo.
- estupendo, josh, te veo luego.
- ¿josh? ¿mi amigo josh?
- el mismo.
- ¿sabe? josh no se había fumado ni un canuto cuando lo conocí. iba por ahí siempre con unas zapatillas verdes, escondiéndose de todo el mundo.
- lo sé, él me lo ha contado.
- ¿lo de los canutos?¿le ha contado lo que pasó la primera vez que lo hizo? estaba conmigo, ¿lo sabía? se comió dos cajas de galletas enteras él solo. se reía con la boca llena y disparaba migas de galleta por toda la habitación. ¿le ha contado eso? lo pasamos muy bien ese día. ¿está seguro de que es josh? porque es muy raro, ¿sabe?
- ¿cómo te sientes?
- confundida. ¿así es como nos sentimos los recomendados, señor thomas?
- depende de la persona.
- también...
- dime, daniela, dime lo que sientas.
- también me gustaría darle un puñetazo.
- ¿a josh?
- no, en realidad, me gustaría darle a usted.
- no, en realidad, me gustaría darle a usted.
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