miércoles, julio 12, 2006

s.o.i.a. son las siglas inglesas de la agencia de inteligencia para operaciones especiales. parece que es normal que no haya oido hablar de ella porque la s.o.i.a no existe. no aparece en ningún papel, no deja rastro, no firma sus actividades y jamás ha sido identificada por ningún organismo internacional. sin embargo, el hecho de que nadie importante hable de ella constituye la prueba más irrefutable de su inexistencia, la s.o.i.a. es un fantasma para el mundo.

todo lo que yo sé de esta agencia, lo sé por el hombre que tengo delante, duncan thomas, el reclutador jefe para los paises bajos, alemania y francia. él no ha cambiado demasiado. mantiene un rollo severo, como en nuestro segundo encuentro, pero también parece querer ser amable, como en el primero. yo no digo nada durante al menos una hora.

la s.o.i.a. nace tras la segunda guerra mundial en francia. en principio se constituye como una pequeña red de espionaje, al márgen de los gobiernos, integrada por ex-miembros de la resistencia francesa y algunos de los soldados británicos que estuvieron en contacto con ella. la idea era mantener controlados los movimientos fascistas dentro de europa mediante operaciones que no comprometiesen a los gobiernos y ocasionasen nuevos enfrentamientos internacionales. en principio, no trabajaban para nadie. algunos de sus miembros eran tipos bien situados que decidieron meterse un chute de espionaje y que, con la aspiración de convertirse en heroes anónimos, se embarcaron en la creación de la agencia.

con el tiempo, la s.o.i.a empezó a necesitar fondos para mantener a sus miembros y fue derivando, poco a poco, en una organización de mercenarios que, sin embargo, conservaba el espíritu político de su fundación y seguía existiendo en absoluto secreto para el mundo.

el organigrama de la agencia es tan complejo que cada uno de sus miembros apenas conoce a un grupo mayor de las diez o doce personas con las que actua normalmente. no hay disidentes dentro de la agencia. cuando alguien quiere irse, sencillamente, se va. en principio, los problemas sólo pueden aparecer en el caso de que intente comerciar con los datos de los que dispone que, en realidad, dado el esquema de la organización, nunca son realmente relevantes a nivel individual. un antiguo miembro de la agencia puede hablar lo que le venga en gana de la misma en un bar de copas. por una sencilla razón, la s.o.i.a no existe.

y aquí estoy yo, con toda esta información que me importa un carajo, esperando a que llegue el gran momento en que me entere de qué mierda ha pasado con mi vida en las últimas semanas. duncan thomas me mira muy fijamente cuando finalmente se calla.

- entonces, ¿usted, la tarada y jeffrey son algo así como el departamento de recursos humanos de la s.o.i.a.?
- no, sólo yo. jeffrey trabaja en distintos equipos, y emmy está en su periodo de entrenamiento.
- y toda esa mierda de la guerra...y usted con isobel...
- tenía que darte un contexto.
- ¿y aquella gilipollez de las iniciales?
- no siempre está uno inspirado. a veces se me ocurren estupideces y las suelto sin más, a tí te pasa lo mismo.
- ¿y me está evaluando? ¿usted está pensando en darme un trabajo que yo no he buscado?
- algo así. en realidad, te ofrezco, en caso de que lo haga, ser miembro de la agencia. en principio, tú seguirás con tu vida hasta que seas llamada para un entrenamiento y posteriormente, para las operaciones especiales. cada operación se paga por separado, no tendrás un sueldo al final de mes, ni prestaciones sociales.
- ufff, hasta que sea llamada para... eso suena tan ...¿qué saco yo de todo esto?
- mucho dinero, daniela. y la oportunidad de hacer algo con lo que los otros sólo pueden soñar.
- ¿qué otros? ¿qué otros sueñan con esto? no, en serio, ¿a qué ha venido todo este rollo? ¿por qué han venido a por mi?

dani I

una mañana te levantas y se supone que tienes que saber que piensas hacer con tu futuro. a los demás les parece sencillo hacerte la pregunta, como te la hacían cuando tenías siete años, pero tú ya tienes dieciocho y todo es mucho más complicado. lo que a tí te suena en la cabeza es: ¿qué vas a hacer durante el resto de los días del resto de tu vida? y si no entras en crisis después de hacerte esta pregunta es que eres gilipollas, un tarado mental, o peor aún, del tipo de micaela, y lo tienes claro.

- ¿por qué estudiaste matemáticas, daniela?
- no estoy muy segura. creo por complacer a mis padres, pero supongo que también me gustaba. sí, en realidad estaba muy loca por las matemáticas. en matemáticas todo encaja pero nada importa, ¿entiende? eso me gustaba.
- ¿no buscabas la verdad? ¿no buscabas respuestas?
- ¿sabe algo de matemáticas, señor thomas?
- no mucho, en realidad.
- entonces debe saber que las matemáticas son una herramienta para obtener respuestas pero no una respuesta en sí misma. a mí las respuestas me la traen muy floja pero me divertía jugar con la herramienta. la verdad es que no entiendo donde quiere llegar.
- sólo intento encontrar tus motivaciones, daniela.

al parecer doy la talla en algún sentido. soy ese tipo de alma perdida que algunos listos quieren cazar, presa de sectas y de organizaciones secretísimas de espionaje internacional. la falta de objetivos y de una motivación concreta los vuelve locos. thomas me hace un resumen de vida en el que parezco una zorra fría que sólo quiere ganar dinero pero, cuando voy a empezar a decirle lo que le deseo a todos sus muertos, rectifica un poco y me suelta: hablo muy en serio, daniela, tienes el espíritu que necesitamos, si bien habría que retocarte un poco. eso me hace muy poca gracia, creo que se refiere a las drogas, al carácter impulsivo y a otras cuestiones, sin las cuales, me convertiría en otra persona.

- estas haciendo una tesis, sobre los fractales, y , de la noche a la mañana, lo dejas todo.
- así es.
- ¿qué te llevo a dejar aquello en lo que llevabas trabajando tanto tiempo?
- ya no me interesaba. se acabó el amor.
- ¿una mañana?
- no, supongo que a lo largo de algún tiempo.
- ¿como te sentiste al dejarlo?
- libre, muy libre.