la investigación I
después de dar un par de vueltas en internet descubrí que duncan hijo era biólogo y había trabajado en una empresa petroquímica en parís. tenía la dirección de la empresa así es que me planté allí en cuanto llegué a parís. pregunté a la recepcionista si podía ver al señor marin, que teníamos una cita. la titi, que hasta entonces sólo me miraba las zapatillas, levantó la cabeza despacio y dijo algo inaudible. me mordí el labio para no reirme y decir: que no, tonta, que era broma y le pregunté si estaba bien. me dice que sí y que siente comunicarme que el señor marin falleció hace unos meses. me hago la que la flipa y le pido su dirección. trabajo para una agencia inmobiliaria española y estamos gestionando la compra de una casa por parte del señor marin, y oh, estoy conmocionada con la noticia. tengo aturdida a la señorita bijoux con mi rollo de los pisos pero no consigo sacarle la dirección del empleado muerto, es confidencial. me mira con sus ojos de gallina y me suelta que tal vez pueda hablar con uno de los compañeros de duncan, el señor lambert, en tres días, en cuanto vuelva de beirut.
rodolphe lambert baja por unas escaleras después de ser llamado por la bijoux. le invito a un café en la cafetería corporativa y empieza a largar. no tiene mucho bueno que decir de marin pero no quiere deshonrar a un muerto y da la sensación de que se arrepiente de no haber sido más comprensivo cuando aquel vivía. eso le pasa a mucha gente, creo. duncan marin trabajaba solo la mayoría de las veces, comía solo y no se mezclaba demasiado en las fiestas, donde se ponía pedo por sistema y se quedaba en una esquina. la mujer de duncan lo había abandonado muchos años atrás, cuando denise era una niña y, desde entonces, no había vuelto a estar con nadie. me imagino a duncan marin travestido en madame la fleur d'hiver por las noches, pero esto no tiene ningún fundamento y lo descarto de mis notas de investigación. no hay mucho más. duncan ha trabajado allí toda su vida. le digo a lambert que necesitaría hablar con denise marin sobre la casa en españa de su padre, y me llevo en el bolsillo el nombre de una calle: rue de trévise. la conozco, está cerca de la fayette. lambert no sabe el número pero recuerda un restaurante chino justo al lado del portal.
en los días antes de mi cita con lambert localizo a valerie bailly del colegio fénelon sainte-marie. recuerda a denise marin y está que se muere de ganas de hablar de lo que sea con quien que sea. me manda un email:
estimada mselle maggio,
me alegra comunicarle que no hace mucho encontré a denise marin por la calle. hacía años que no la veía y, al principio, no la reconocí. enseguida empezamos hablar y a recordar nuestros tiempos en sainte marie. es muy interesante que justo ahora me pregunten por ella. tengo una hija, clarise, estudiando en nuestro antiguo colegio. si le parece bien nos encontraremos en la puerta del mismo a las 5 de la tarde del próximo martes.
un saludo,
valerie bailly
ayer la llamé para decirle que retrasaríamos la cita al miércoles, que tenía un poco de fiebre. tenía, en realidad, una resaca de órdago y era incapaz de moverme del sillón donde, jerome y yo, dormimos al menos cuatro películas.
miércoles, junio 14, 2006
hoy la veo pero ya llego tarde.
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