miércoles, junio 14, 2006

- ¿cuando vas a madurar, dani?
- no lo sé, mamá.
- vamos, dani, lo de que andes el día en coche sola tiene un pase, pero ¿a ver que tienes tú ahora que ver con un detective?
- micaela, claro...
- sí, micaela. micaela me dijo que habías contratado un detective, el mismo que ella hace unos años. ¿es qué estais todas locas? ¿es qué todas mis hijas habeis perdido el sentido?
- eso es, mamá, mira lo que has hecho con nosotras.
- dani, cielo, explícame algo...
- sólo quería consultarle una cosa. no he contratado a ningún detective. mamá, estoy en parís, pasando unos días con jerome, eso es todo.
- ah, eso es, en parís. me he enterado por julieta porque tú no me lo dices. vienes a madrid y no pasas a darme un beso y decirme que vas a parís. ¿te pasa algo nosotros, cielo?
- no tuve tiempo, no te enfades, por favor. cuando vuelva, te daré un beso tan grande que te arrepentirás de habérmelo pedido.
- anda, anda, no digas tonterías. ¿quién es ese jerome? ¿es tu nuevo novio, dani?
- no mamá, es un amigo.
- pero, ¿es un amigo especial?
- ¿amigo especial? ay, joder no, mami, no sigas. mami, mamita, te lo suplico...
- vale, vale...hay que ver dani, cuando eras pequeña no había quien te callara y ahora...anda dile algo a tu padre.
- mamá, ¿me quieres?
- ¡qué preguntas tienes! claro que te quiero, te quiero hasta el cielo, danielita.
- come va la mia piccola selvaggia?
- bien, papá. estoy en parís.
- la città di amore, ¿eh daniela?
- sí, estoy más romántica que nunca.
- estoy seguro. ¿qué cosa es todo ese asunto del detective?
- son cosas de mica, papá. sólo estoy de vacaciones.
- ya imaginaba yo...giulietta toca esta noche. me he comprado un traje nuevo para ir a verla.
- seguro que estás guapísimo con él.
- sí, bueno, bueno. tu madre me llama, daniela. ven a vernos pronto.
- pronto, papá. un beso.

a mis padres les gusta pillarme sin defensas, antes de que el sol esté en su sitio, antes de mi café, muchísimo antes de que haya aterrizado en el planeta consciente. ya no me molesto en preguntarles la hora, ni en gruñir con desesperación, pongo el piloto automático y espero que la tormenta de la comunicación matutina termine rápido. lo malo, lo peor es que luego es imposible dormir de nuevo.

me pongo a buscar aspirinas con los ojos cerrados y me viene a la cabeza la imagen de claire. anoche jerome y yo volvimos un poco empirulados y en pleno ataque de amor a la humanidad me metí en la cama de claire mientras ella dormía. la saludé y le dije que hacía una noche maravillosa y que ellos eran una familia maravillosa por tenerme en su casa y que nunca había sido más feliz que en ese momento. ella me sonrió con todos los hierros de su boca y, sin decir palabra y con un movimiento que todavía no me explico, me levantó el vestido, metió su mano por debajo de mis medias y me agarró el culo con tanta fuerza que pensé que me lo iba a arrancar. salté de cama como pude y me quedé de pie mirándola.

- voy a lavarme los dientes...
- eres una calientapollas, dani. la próxima vez, despierta a tu puta madre.
- joder claire...

no creo que esté enfadada conmigo pero se me viene su cara con todos esos hierros en la boca y me acojona un poco. todo está bastante borroso y sigo sin encontrar las putas aspirinas.