- ¿te vas, entonces?
- sí, necesito descansar de todo esto.
- siento que salieran así las cosas. no me habían robado nunca el coche, hasta esta vez.
- lo sé, no tiene que ver contigo.... no es cierto, tiene que ver contigo, no soporto verte así, saber que estás mal, que podías haber perdido el coche, que te puedes meter en un lío,..., toda esa mierda de ir a amsterdam....es que no lo entiendo, dani, en serio, no sé qué estás haciendo.
- sólo quiero saber qué es lo que quieren, nada más, pasear por los canales, montar en bicicleta,...
- no necesitas mentirme, estaría igual de jodido aunque sólo fueras a hacer eso...
- no te lo tomes tan en serio, jerome. sólo voy a ver qué se cuece por allí.
- me lo tomo en serio porque es tu vida.
- y por eso mismo, necesito hacerlo. sabes cuanto me aburro.
- la vida no es una puta fiesta donde tu tienes que divertirte a toda costa.
- la vida es dolor, alteza. quienquiera que diga lo contrario intenta engañaros.
- ¿de qué cojones estás hablando?
- la princesa prometida.
- dani, ¿me ves reirme? ¿crees que estoy de broma?
- no, jerome, creo que te preocupas demasiado.
- prométeme que no harás nada que pueda hacerte daño.
- jerome...
- está bien, pequeña, llámame, sólo llámame.

entonces, jerome hizo algo sorprendente. metió su cabeza en mi coche, cogió mi cara entre sus manos y me besó. podía sentir la lengua húmeda y caliente de jerome por toda mi boca y pensé que quería despertarme el resto de las mañanas de mi vida con ese sabor. cuando nos separamos le pregunté que por qué había hecho eso. me dijo: sólo quiero que sepas cuánto te quiero.
en toda mi vida, que yo recuerde, me ha costado tanto pisar el pedal para alejarme.