martes, julio 03, 2007

llevo dos mecheros idénticos escondidos en mi pantalón. el del chino en mi culo derecho, el de la gran marina en el izquierdo. los mecheros quemándome el culo y la reunión que dura hasta las nueve de la noche. cuando los mafias salen de la casa, dándose las manos y fumando puros como políticos satisfechos, empiezo a mirar a todo el mundo desde el capote del coche, donde apuro el último cigarrillo. espero una señal de alguien, busco un cómplice sin éxito porque, lo diré sólo una vez, soy una espía fenomenalmente mala.

al llegar a nápoles de vuelta, roberto gavazza insiste. insiste mucho. en que es muy tarde, en que estoy cansada, en que hay una fiesta en su casa, en que es el cumpleaños de su hija moira, en que moira me encantará, en que quiere compensarme el largo día, en que conoceré a mucha gente, en que él llamará a la agencia de coches para decir que pagará el servicio hasta mañana, en que de ninguna manera, de ningún modo, y en que no, si él puede impedirlo. naturalmente, accedo.

la festa (nápoles 17 abril 2007)

platón me manda un mensaje: ¿te has vuelto loca? contesto: es un mafias, ¿qué hostias voy a decirle? a estas alturas los mecheros no me parecen más que mecheros y sólo quiero divertirme un poco.

el piso de roberto gavazza es un puto hotel de diez mil estrellas. lleno de habitaciones, la música se oye al fondo de un pasillo largo. gavazza me abre una puerta y me dice que esa es mi habitación, que encontraré un baño dentro, y que vendrá a recogerme en diez minutos para llevarme a la fiesta. la habitación es del tamaño de todo mi apartamento en el edificio del signore messi. antes de salir, meto el regalo del chino en el bolso de mano y el de marina dentro del colchón. son cosas de espías, como ya sabes.

moira gavazza tiene unas piernas larguísimas y unos ojos negrísimos. en cuanto me ve, se lanza a besarme y me presenta a unas cuarenta personas como su amiga de roma. mirándola moverse en su fiesta, no dirías que hace otra cosa en la vida. es educada y cálida, es sonriente, una gata. echa a su padre de la fiesta, promete cuidarme.

el escritor dice: antes era arquitecto. ahora hago lo que sea que no sea arquitectura, pincho música, pongo copas, te limpio la casa, lo que sea, ¿entiendes? me enferma la arquitectura, no haré nada relacionado con ella aunque muera de hambre en el intento. quizá muera, está realmente delgado. dice: pasé ocho meses viviendo en londres, han pasado cosas increibles desde entonces. durante el día escribo lo que ha pasado en ese tiempo. es una novela, sí. una especie de road movie, algo así como en el camino de kerouac, sabes lo que te digo ¿no? últimamente mucha gente habla de en el camino, como si fuese el único puto libro guay que jamás se haya escrito. a mí es que me da por el culo en el camino, de kerouac. sonrío. me dice el escritor que me llamará cuando vaya a roma. dice: soy romano, iré pronto por allí a ver a mi familia.

moira me tira del brazo y me saca del salón en dirección al baño. dice: está loco ese hombre, te lo digo en serio. tuve un lío con él y me puso la cabeza como un bombo. ¿has visto cuántos tíos hay en la fiesta? no sé ni de donde de han salido la mitad. vivo en londres, cada vez que vengo tengo más y más amigos que no sé de donde han salido. ¿las haces tú? yo es que prefiero no hacerlas, me salen torcidas, unas grandes, otras pequeñas, un desastre. mejor las haces tú. ¿has visto a mi novio? es ese tío negro tan cañón. ¿te has dado cuenta de lo cañón que está? en serio, me encanta que sea negro. no sólo él, que está bueno que revienta, sino el concepto, la idea de estar con un negro. esnifa. dice: me encanta que hayas venido, amor, eres la mar de simpática. siento que te conozco de toda la vida, es una tontería pero ya ves...estoy muy muy contenta de tenerte en mi fiesta. es un encanto esta princesa yonki.

el director de cine dice: ¿de verdad te interesa? hice el corto el año pasado, se movió bien, la gente sale contenta, es algo fresco. luego se esperaba que siguiera haciendo cortos pero yo me puse con el largo este que te digo. estoy con el guión todavía. ¿de verdad te lo cuento? le brillan los ojos que flipas al director mientras me cuenta. dice: a ver está este hombre que es fotógrafo de bodas... te lo estoy contando mal. vale, sigo, sigo. dice: ¿qué piensas? me estoy divirtiendo. digo: es genial, en serio, lo de la invisibilidad es muy literario. estas son las cosas que dice mi niña con una raya encima. me has contado la película entera, ya no voy a tener que ir a verla. dice: no, no, te lo he contado todo mal.

el arquitecto dice: dani, te llamas dani. sí, te he visto antes hablando con moira. estoy borracho pero me acuerdo de cosas como esa, tu nombre. me han dicho que estudias algo de matemáticas, además de llevar a gente en coches y eso... así es que eres una tía lista, qué miedo da eso. la inteligencia no muerde, miento. la inteligencia muerde que te muerde. dice: estoy muy borracho, si no, no te diría estas cosas. no has dicho nada todavía. dice: ¿puedo decirte algo? en serio, es que ando un poco bebido pero me apetece igual contarte algo. soy adicto al trabajo y al sexo en los aviones... no te rías, tía, es verdad. ¿qué te pasa? ¿te importa que te hable de esto? nada, nada, me acordé de algo. no te acuerdes de nada, no pienses en nada, quédate blanco de nuevo. me suelta: ¿tú qué piensas del sexo, ya sabes, en lugares de transporte? estoy a favor del sexo en lugares de transporte. dice: ¿puedo contarte algo? en fin, no sé, es un poco raro pero me apetece contártelo: a mí me la han chupado en milán y yo no he puesto en mi puta vida los pies en esa ciudad. ¿entiendes lo que te digo? en fin, ¿puedes creerlo?

puedo. suena el karma coma. soy toda oídos.