en italiano melocotón se escribe pesca, se dice en un susurro y se come follando.

pesca, roma (15 abril 2007)

hace calor en roma estos días. estoy en la casa de marco después de tomar unas copas en uno de los garitos en lo que se mueve por las noches. marco es guía turístico nocturno; esto quiere decir que enseña a los turistas a divertirse en roma por la noche, más o menos eso. me parece muy exótico su trabajo, pero a estas alturas del calentón si fuese funcionario de hacienda pensaría lo mismo. las copas nos salen gratis y tomamos muchas, pero no demasiadas.cuando marco abre la puerta de su casa, le digo que tengo hambre, y él me trae un melocotón.

me he puesto una camiseta azul marino de marco sin estrenar y me queda larga. me tapa las bragas negras que llevo debajo. la cama de marco está pegada a la pared y en la pared alguien ha puesto una ventana. me asomo a ver la calle con mi melocotón, de rodillas en la cama, y con medio cuerpo fuera. hay mucho aire en este barrio; a mí siempre me falta el aire.

no me doy cuenta de que marco se ha echado en la cama, ni me doy cuenta de que anda detrás de mí colocando la ropa que yo he tirado por los suelos. estoy mirando concentrada al notas borracho que viene calle abajo, andando como si tuviera el pellejo relleno de patatas, patético todo él. pienso: tú también estás borracha, y en ese mismo momento noto las manos de marco tirando muy suave de las bragas negras. las bragas sin costuras, fáciles, como yo ahora. no necesito más, pero ya tengo dos dedos dentro y el cuerpo se me va a estrellar contra la ventana. siento los dos dedos dentro y me lleno de melocotón la boca.

sigo mirando la calle, buscando algo en lo que concentrarme. pienso: si encuentras algo a lo que mirar a lo mejor recuperas tu cuerpo. me digo esas cosas para joderme un poco, para enfriarme y coger el control, pero nunca sirven de mucho. marco sigue metiendo dos dedos dentro de mí y avanza posiciones a mi espalda. mi espalda se curva y se me queda la barbilla apoyada sobre los brazos. soy la guitarra de ben harper y si me tocas bien, ronroneo. marco me azota una vez con la palma de la mano. respiro y espero. me té me la.

cuando marco entra, me empuja tan fuerte que salgo disparada y echo a volar calle arriba. veo pasar a tres borrachos más y los saludo con los ojos. los abro y los cierros tres veces, y se me escapa la voz por la ventana. si quieres mirar, mira. yo no veo lo que pasa detrás, ni giro la cabeza, ni serviría de nada girarla porque marco ha echado la cortina sobre mis caderas y se ha quedado con mi culo para él solo, el muy cabrón. estamos follando aislados, como desconocidos. al compás.

me gusta que se me corra en la boca, es un sonido que no se me olvida nunca.