miércoles, junio 14, 2006

- cuando vayas a amsterdam, quiero ir contigo.

- no me parece una buena idea.

- si te pasa algo cuando estés allí me volveré loco. me volveré loco de todas formas mientras te espero.

- esto es asunto mío, jerome, no quiero que te metas. ya sé que yo te he metido en esto, viniendo aquí y bueno, con ese gilipollas todo el día con su coche abajo...supongo que saben cosas de ti y de claire...sí, seguro que os metido en esto pero, verás, no quiero que vengas. te suplico que confíes en mí cuando llegue el momento, y que me esperes aquí.

- te seguiré con lula.

- mierda, jerome, no me estás escuchando.

denise y yo vamos a cenar al extra old coffee. a jerome y a mí nos gusta caer por allí cuando vengo a parís. a veces no cenamos, sólo tomamos unos vinos y escuchamos música. el sitio mola por la música pero también tiene otras cosas. está lucien. y las conversaciones.

lucien es el maricón más guapo de toda la ciudad, y el camarero del extra old coffee. denise casi se cae de la silla cuando aparece y me besa. al presentárselo, entra en trance equino y nos da una demostración de tres minutos de todo lo que no hay que hacer para seducir a alguien. es la mismísima encarnación de la antilíbido. lucien me mira divertido y me pregunta por jerome. le digo que no ha querido venir y asiente: normal, no quiere aceptar que me desea.

las mesas del extra old se comparten con otros clientes así es que puedes ir allí solo o sin ganas de hablar y pasar una noche en la vida de otros. nos gustan las parejas sin conversación, las que miran la boca del otro mientras come cagándose de asco, las que discuten intentando no subir la voz. a mi me da por romper la tensión enseñándoles mi comida masticada pero jerome siempre me da patadas por debajo de la mesa si hago eso. y me estoy quitando.

durante la cena hablamos de fotografía y de cómo podíamos hacer las fotos antes de ponernos ciegas del todo con el vino de lucien. no sé si es el alcohol pero denise me está cayendo bien, es una freak de los pies a la cabeza, y tiene su encanto. tiene buen gusto para la música, sabe de libros que la flipas y está loca por la guerra de las galaxias. por eso, por culpa de la guerra de las galaxias, vino a asaltarme la conciencia. la muy puta aparece sin avisar a cuento de una conversación la hostia de gilipollas.

todo empieza porque le pregunto a denise por los posters de han solo que he visto en su piso. la notas me responde con un mitin a favor de los rebeldes, los jedis y la madre que los parió a todos y me confiesa que si ella hubiese podido elegir quien ser en esta vida, querría haber sido han solo. me quedo rallada al máximo. a ver, ahora cuando veo la peli me doy cuenta de que es fea de cojones pero, que yo recuerde, no había una sola niña que no quisiera ser la princesa leia. como mucho las había que querían enrollarse con han, pero ¿ser él? el caso es que el ralle se me debe notar en la cara porque denise dice:

- no lo entiendes, ¿verdad? no sabes porque yo querría ser han solo.
- no, la verdad es que no mucho. es piloto de naves y su vida mola pero...
- yo quería tener un amigo como chewaca.
- ¿peludo y gritón?
- no, alguien dispuesto a protegerte en todo momento.

se pone muy grave cuando dice eso, yo estoy medio ciega, creo que es la frase más triste y patética que he escuchado en toda mi vida y, de repente, siento que no puedo hacerle esto. la estoy engañando para caerle bien, para que venga conmigo a amsterdam y dejarla allí en manos de un envenedador. me vienen ganas de sincerarme, es la mierda del vino que me nubla, casi no puedo mirarla. salgo disparada al baño y me pongo un tiro con los restos de la noche que salí con mimi. esto está mejor, a la mierda con todo. sólo te estás protegiendo, sólo proteges a los tuyos.

hacemos fotos en el extra old y nos piramos a tomar una copa a un local bastante gótico al que me lleva denise. a mí no es que me ponga este rollo pero me acuerdo de ju y de momo, y me pongo tierna. no quiero contarle a esta titi nada de mi vida así es que me callo. el autocontrol no es mi fuerte, pero consigo callarme. más fotos, se nos acercan unos notas, hablamos con ellos, nos reimos, lo estamos pasando bien. le digo que estoy planeando pasar unos días en holanda, pero no concreto ni la invito a venir, todavía no.

a eso de las 2 recibo un mensaje de jerome: tengo ganas de tí. es la llamada de la selva, lo siento denise, tengo algo urgente que hacer. si pudiese dejarlo para otro momento, lo haría. pero no puedo, hace demasiado calor en todos mis pensamientos.

denise y yo nos despedimos cerca de su casa. le digo que pasaré a verla, me sonríe. buenas noches.